viernes, 22 de junio de 2012

¡ Adiós amor!




Ella miraba al suelo, cuando sentía que alguien la observaba levantaba su mirada y sonreía al cielo, un día contando los pliegues de la acera, lo supo, estaba encerrada en la mirada de algún desconocido, levanto rápidamente la cara y saludo a las nubes, pero no funciono, lo sentía con mas y mas fuerza, una mano toco su espalda, giró.


-¿Que buscas en el cielo que no haya en el piso?
- Libertad.
- Eres mas libre en la tierra, hay mas opciones, lugares y personas.
- Tal vez no quiera opciones, ni lugares ni personas.
- Entonces que quieres?
....
- Quiero, quiero encontrarme
- ¿Estas en el cielo?
- Solo me estoy buscando.


Me encontré en ti, en una sonrisa que no aflora, en pensamientos ambiguos y decisiones inseguras, me encontré en cada paso de tu vida, así que no lloraré por tu partida (¿mi partida?), mi esencia abandonó tu cuerpo, la volveré a encontrar cuando ella halle morada tranquila, silencio lleno de ruido ensordecedor, la paz que tu me diste.


¿Quieres saber que pienso?
Cada cierto tiempo lo ordinario del mundo rebosa la estancia del alma, cuando esto pasa, el amor ( el verdadero amor, el que te hace indagar en tu ser y vislumbrar una isla de flores en medio de la porquería) llega, para vaciar lentamente "la estancia", pero no es solo eso, es toda una aventura. Un guerrero de tu espíritu es enviado a buscar una "morada mas tranquila, silencio lleno de ruido ensordecedor", un cuerpo merecedor de tal forastero, por una serie de casualidades se reúnen, y cuando tu "sustancia" se equilibra, la morada se va. ¿ Así que por qué tendría que dolerme tu partida?. Me trajiste paz, mi amor. 









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